Estudio uruguayo reveló, en ratones, que la falta de un receptor presente en las células del sistema inmune redujo de manera notable la esperanza de vida y la salud de estos animales. Asimismo, esa carencia generó un aumento del deterioro cognitivo y envejecimiento celular, en especial en las hembras, según señala la investigación publicada en la revista Cell Reports.
El receptor inmune —que recibe el nombre de CD300f— es una proteína que actúa modulando la inflamación y el metabolismo celular y está presente en diferentes tipos de células del sistema inmune como las células mieloides, los macrófagos y las microglías.
Desde hace años, el CD300f es objeto de estudio del Laboratorio de Neuroinflamación y Terapia Génica (LNTG) del Institut Pasteur de Montevideo que, con financiación del Banco de Seguros del Estado (BSE), ha permitido conocer más sobre su función. Por ejemplo, en 2020, los investigadores identificaron que esta proteína también interviene en la regulación de la depresión, en particular en mujeres.
Para avanzar en el conocimiento de este receptor, el nuevo trabajo planteó la hipótesis de que CD300f podría tener un impacto significativo en los procesos relacionados con el envejecimiento.
Para ello, durante varios años, los investigadores estudiaron grupos de ratones con la proteína presente y ausente, y observaron que en los animales que no tenían el receptor CD300f se produjo una aparición más temprana de patologías asociadas al envejecimiento como déficits cognitivos, problemas de coordinación motora, tumores, e inflamación sistémica o de diferentes órganos como cerebro, hígado y pulmones. Se evidenció además un efecto importante del sexo, porque las hembras fueron más afectadas que los machos.
“Comprender que el CD300f —y también las células mieloides como los macrófagos y la microglía— puede determinar por sí solo el ritmo de aparición de patologías asociadas al envejecimiento nos acerca a comprender cómo envejecemos, y contribuye al diseño de estrategias para regular su acción, por ejemplo, utilizando este inmunorreceptor como blanco de potenciales fármacos o como biomarcador” de predisposición a envejecimiento prematuro, señaló Hugo Peluffo, investigador responsable del LNTG y docente de la Facultad de Medicina (Universidad de la República).
Peluffo destacó que desde el punto de vista metodológico una característica valiosa del este estudio es que se realizó siguiendo detalladamente varios grupos de animales durante 30 meses. Así fue posible reflejar el proceso de envejecimiento real, en vez de usar modelos de envejecimiento acelerado que no representan fielmente este proceso, que implica la acumulación gradual de cambios con la edad.
“Continuaremos investigando las consecuencias de la disfunción del inmunorreceptor CD300f sobre el envejecimiento cerebral, en particular sobre la microglia, que son las células del sistema inmune dentro del sistema nervioso. Además, estudiaremos el posible papel de este inmunorreceptor en la enfermedad de Alzheimer”, agregó.
Esta línea de trabajo sobre al papel de CD300f en el envejecimiento fue liderada por Frances Evans, integrante del LNTP del IP Montevideo, y tuvo colaboración de otros laboratorios del instituto, de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, del Centro Uruguayo de Imagenología Molecular y de la Universidad de Barcelona.
