A lo largo de 2023, el Institut Pasteur de Montevideo se abocó a diseñar y desarrollar cuatro proyectos que buscan la eficiencia energética y el uso responsable de recursos naturales, con el desafío adicional de hacerlo con la menor inversión.
Los proyectos son la instalación de un parque fotovoltaico, el cambio en la tecnología del sistema térmico, la construcción de un pozo de agua propio y la ampliación de la zona de parking con un método que protege el pasto.
A continuación, compartimos más información sobre estas iniciativas que contaron con la participación activa del equipo de Intendencia.
Parque fotovoltaico
A 17 años de su construcción, el techo de chapa del instituto mostraba signos de deterioro y era necesario cambiarlo. Para aprovechar la obra y considerar una forma de generar energía renovable se proyectó también la instalación de un parque fotovoltaico.
Desde el 28 de junio al 14 de noviembre, la obra incluyó el cambio de la cubierta principal del techo y la colocación paneles fotovoltaicos que cubre todo el techo y que en total generan 300 KW de potencia.
Se proyecta que este verano, el parque produzca 35% del consumo del instituto, lo que ayudará a no estar al límite de la potencia contratada que es de 500 KW. La inversión fue asumida por una empresa privada y los beneficios de ahorro económico —unos 200.000 dólares— se concretarán luego de un plazo de uso de 12 años.
Sistema térmico
Debido al deterioro de los equipos de acondicionamiento térmico de la plataforma central se avanzó en un proyecto que no solo actualizara el sistema sino que también sustituyera la tecnología con una más eficiente.
A grandes rasgos, este recambio implica la sustitución del actual sistema —que se extiende sobre el techo del instituto con una red de cañerías por la que circula agua a presión y presenta algunos peligros por la cercanía con equipos eléctricos— por otro que ofrecerá más seguridad y autonomía para el acondicionamiento del aire en todas las partes del instituto.
Además, se eliminan los ruidos sobre el área administración ya que se retirarán todos los equipos que generan vibración y se ahorra gas destinado a la calefacción.
Para las tareas se contrataron empresas idóneas, que contaron con el apoyo de los funcionarios de Intendencia en la ejecución de la albañilería necesaria para la colocación de los equipos. Algunos de los trabajos comenzarán a fines de enero y se espera que terminen en tres meses. La última etapa contemplará el bioterio.
Pozo de agua
A principios de año, motivado por la crisis hídrica, el instituto encargó la realización de un estudio geológico que identificó la existencia dentro de predio de una fuente de agua subterránea con caudal razonable.
A partir de esa información se realizó una perforación en la esquina sureste del parque del instituto que llegó a 53 metros de profundidad.
Según las estimaciones, el pozo puede generar un caudal de 6 m³/h, lo que permite cubrir el máximo consumo hora que se ha registrado en el instituto: 5 m³/h. Además se puede mantener un depósito de 18 m³ que actúa de reserva y desde donde se bombea el agua para todo el instituto.
Luego, para conocer la calidad del agua se tomaron muestras que se sometieron a análisis de contenido de metales, dureza, turbiedad, pH, coliformes, E.coli, P. Aeruginosa, y heterótrofos. Los estudios determinaron que todos los valores estaban dentro de la norma vigente, excepto la presencia de coliformes y recuento de heterótrofos. Para adecuar esos niveles, con la asistencia de la empresa Aprahmian y el conocimiento y trabajo del equipo de Intendencia, se construyó un sistema de filtrado de agua con UV (sin cloro), que también asegura el correcto funcionamiento de los equipos más delicados.
Después de la puesta en marcha de este sistema de filtrado se sacaron nuevas muestras y se enviaron a analizar al LATU. El informe determinó que en el agua ya no había presencia de coliformes y los heterótrofos estaban dentro del reglamento de OSE. A partir de esos resultados, el 6 de diciembre se comenzó a inyectar agua del pozo hacia el tanque y se cerró el pase de agua de OSE. Para seguridad de los funcionarios se realizarán ensayo de calidad de agua cada tres meses.
El agua potabilizada extraída de este pozo abastecerá la red para consumo del instituto, y el agua sin tratamiento se usará para el riego del predio.
En una semana de inyección de agua potable se registró un caudal de 140.000 litros. Este cambio de fuente representa un ahorro de 25.000 dólares en el pago de agua de OSE.
Ampliación del parking
Ante el requisito de la Intendencia de Montevideo de ampliar el área de estacionamiento en base a la cantidad de autos que recibe el predio se buscaron formas económicas, amigables con el ambiente y estéticamente correctas para llevar adelante esta tarea.
La forma elegida fue usar baldosas huecas, especiales para poner sobre tierra, que permiten que el pasto pueda crecer. Estas baldosas se pondrán al costado de la calle de entrada del instituto, desde la garita de ingreso hasta donde actualmente comienza la zona de parking. Esta obra ampliará la capacidad del área de estacionamiento sin afectar el parquizado.