El reconocimiento es entregado anualmente por la Red Interamericana de Academias de Ciencias, que elige la ganadora de una lista de postulantes de cada país miembro. El nombre de María Eugenia fue propuesto por la Academia Nacional de Ciencias.
El premio consiste en US$ 3.000, que María Eugenia usará para financiar la asistencia de los miembros de su laboratorio al Congreso Internacional de Toxoplasmosis, área de estudio a la que se dedican.
En particular, el laboratorio liderado por María Eugenia en el Institut Pasteur de Montevideo se centra en el estudio de parásitos de interés médico y veterinario que colectivamente se conocen como “apicomplejos,” y que causan enfermedades en humanos como la toxoplasmosis y la malaria, y en animales de producción, como la neosporisis y la criptosporidiosis.
Trabajan en entender los mecanismos que estos parásitos usan para multiplicarse con el objetivo de identificar nuevos fármacos para impedir este proceso y así evitar las enfermedades que causan.